En un mundo donde la ingeniería y la tecnología son pilares fundamentales para el progreso, el papel de la mujer en estas áreas ha ido
cobrando cada vez más relevancia, enfatizó Alina Santillán Guzmán, profesora de la Facultad de Mecatrónica, Biónica y Aeroespacial de la
UPAEP, además de destacar los avances y desafíos que enfrentan las mujeres en estas disciplinas.
«Cuando pensamos en ingeniería, a menudo se nos viene a la mente la imagen de hombres trabajando en este campo. Sin embargo, hoy en
día las mujeres también están dejando su huella en áreas que antes se consideraban exclusivas para hombres», comentó Alina Santillán.
Según datos estadísticos recopilados por Santillán Guzmán, la presencia de mujeres ingenieras varía significativamente de un país a otro. En
naciones como Canadá, Alemania y Estados Unidos, apenas el 19% de los ingenieros son mujeres, mientras que en Japón y Corea del Sur esta
cifra desciende al 5% y 10% respectivamente. Este fenómeno, sugiere Alina Santillán, puede estar influenciado por la cultura y las
percepciones sociales de cada país.
En el contexto mexicano, aunque la presencia de mujeres en ingeniería es aún minoritaria, se observa un progreso alentador. Según datos de
la ANUIES, en el ciclo 2020-2021, el 31% de los inscritos en ingenierías eran mujeres, mostrando un aumento con respecto a décadas
pasadas. En la UPAEP, específicamente, el número de mujeres inscritas en ingenierías como Mecatrónica, Aeroespacial y Biónica está en
aumento, alcanzando cifras del 12%, 26% y 43% respectivamente en el año 2024.
Santillán Guzmán enfatiza que el desafío no solo radica en superar barreras académicas, sino también en desafiar estereotipos de género
arraigados en la sociedad. «Es importante fomentar la curiosidad y la creatividad en las niñas desde una edad temprana, y brindarles
información sobre las diversas oportunidades que ofrece la ingeniería», destaca.
Además de su trabajo en ingeniería, Alina Santillán también resalta la importancia de la ingeniería biónica en el desarrollo de productos
innovadores. «La ingeniería biónica utiliza la ciencia y la tecnología para diseñar prótesis y dispositivos médicos que mejoran la calidad de
vida de los seres vivos», explica.
Dijo que el papel de la mujer en la ingeniería y la biónica es fundamental para impulsar el avance científico y tecnológico. A través de su
dedicación y talento, las mujeres están contribuyendo de manera significativa al desarrollo de nuevas soluciones y productos que benefician a
la sociedad en su conjunto.
Por su parte, Marián Denisse Velver Ríos, profesora de la Facultad de Mecatrónica, Biónica y Aeroespacial de la UPAEP, refirió que las
mujeres resuenan con una fuerza inspiradora en el contexto de la igualdad de género en las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología,
Ingeniería y Matemáticas).
Agregó, «Debemos dejar de dividir en mujeres y hombres en determinadas áreas. Somos personas buscando hacer proyectos novedosos, sin
importar nuestro género», enfatiza Marián Denisse Velver. Con una experiencia en ingeniería biónica, Velver Ríos comparte que en su
generación eran pocas las mujeres, pero en las últimas tres, el 80% de sus estudiantes son mujeres.
Denisse Velver destaca la importancia de superar los estereotipos de género en el ámbito académico y laboral. «Ya no hay tabús, ya no hay
miedo. Trabajamos duro, siempre listos para responder a las necesidades, incluso si eso significa estar trabajando a altas horas de la
madrugada», comenta.
En el campo de la ingeniería biónica, donde la vocación y la empatía juegan un papel crucial, Velver Ríos observa un cambio significativo en
la mentalidad de las nuevas generaciones. «Estamos formando un equipo donde todos contribuyen por igual, sin importar los roles
tradicionales asignados a hombres o mujeres», explica.
Velver Ríos hace hincapié en la importancia de una educación inclusiva que fomente la colaboración y el respeto mutuo. «Ya no deberíamos
separarnos en estadísticas de género. Somos un grupo con un fin común: ayudar a nuestros estudiantes a crecer y tener éxito», afirma.
La profesora Velver nos recuerda que el camino hacia la equidad de género en la ingeniería y la biónica es un esfuerzo colectivo. Al desafiar
los estereotipos y trabajar juntos como un equipo, podemos construir un futuro donde el talento y la dedicación sean las únicas medidas de
éxito.