° El ex secretario general de la sección 51 del SNTE y ex diputado local, hoy construye una nueva opción política desde la agrupación Redes Sociales Progresistas
“Le debo todo a la escuela pública”, admite el profesor Cirilo Salas Hernández , ex secretario general de la Sección 51 del SNTE y ex diputado local, hoy es el “ Aliado del Mes”.
“ Nunca voy a dejar de ser maestro “, expresa Cirilo Salas quien hizo un recuento de su vida personal y como mediante la cultura del esfuerzo salió adelante desde su natal Zapotitlán Salinas.
Nació en 1959 siendo el más chico en edad de un total de 10 hermanos: Quedó huérfano de madre desde los dos años de edad, debido a un accidente de tránsito.
Por lo tanto creció bajo la tutela de su hermana mayor y de su padre, un hombre dedicado al campo, de pocas palabras, pero disciplinado.
Fue su padre quien le dio la opción a Cirilo Salas de salir del pueblo desde los 12 años para encontrar un mejor futuro. En su natal Zapotitlán concluyó la primaria y decidió entonces emprender un nuevo camino yendo a la Ciudad de México a vivir con su hermana para terminar la secundaria.
Sin embargo, le fue imposible ingresar a alguna escuela secundaria y el primer año de su residencia en la capital lo dedico a trabajar.
En entrevista exclusiva recordaba lo difícil que es ganarse la vida en su pueblo natal, con un clima seco , vegetación de cactus y solo es posible cultivar en tiempo de lluvias.
Por eso, prefirió trabajar en su primer año en la capital, al no poder ingresar a la escuela. Trabajó en el mercado del barrio donde vivía.
Luego aprovechó para tomar clases de regularización que le permitieron sacar 9.5 en el examen de admisión a la escuela secundaria México en Azcapotzalco.
Entró al turno vespertino donde estudio con jóvenes y adultos. Terminó la secundaria y otra vez tuvo problemas para ingresar a la preparatoria, pues fue rechazado en el CCH y en la Vocacional.
Además del duro golpe de no ser aceptado en dichas preparatorias enfrentó diferencias con su hermana, salió de su casa y se fue a vivir a la calle, durmiendo en la estación de trenes de Lindavista.
Luego hubo reconciliación pero, finalmente decidió regresar a su pueblo natal y ahí supo de un familiar que vivía en Puebla y decidió pedir la oportunidad de vivir con sus parientes en un pequeño espacio de su humilde casa.
“ Siempre tuve una vida solitaria por eso aprendí a hablar con las piedras”, dice Cirilo Salas al tiempo de recordar que ya en Puebla logró hacer examen para ingresar al Instituto Normal del Estado donde la mejor noticia en muchos años fue que lo aceptaron.
Sin embargo tenía el problema de falta de trabajo y entonces retornaba cada fin de semana a su pueblo, donde su padre, siempre lo apoyo económicamente. “ Vendía mi padre un chivito y me daba 500 pesos para poder mantenerme, cuando me acaba el dinero regresaba al pueblo y vendía otro chivito mi padre con tal de que no me faltara dinero”.
Así pase varios meses hasta que encontré trabajo como velador en un estacionamiento y luego en una joyería. “ Me acuerdo que una vez, entraron a robar a la joyería y se llevaron bisutería, pensé que los patrones me iban a correr, pero, no me dijeron nada pues revisaron unos cajones que nunca vieron los ladrones, donde tenían cientos de esclavas de oro que iban a vender a la ciudad de México”.
Estudiando en el Instituto Normal del Estado, tomé clases de oratoria y un día me escuchó el maestro Gilberto Castellanos y el director del INM, José Luis Velázquez, quienes quedaron gratamente impresionados por la actuación de Cirilo Salas.
Más adelante, el director del INM, al saber su necesidad financiera le ofreció una plaza de intendente en la escuela y él aceptó .
Era la primera vez que tenía un salario quincenal y esto me permitió pagarme una renta y para mis comidas.
Tenía ahora si todo, estudio, un empleo, un lugar para vivir.
La vida ha sido generosa conmigo, tras esos logros de mi juventud, conocí al profesor, Enrique Zamora Palafox, entonces secretario de Educación quien me apoyo para ocupar una plaza de maestro en Cholula.
Así fue como llegue a ser maestro en el CELMA y luego en Santa María Coronango, para más tarde fundar una escuela en Agua Santa, promovida por la CTM, dirigida entonces por Blas Chumacero.
Mi carrera magisterial me permitió después buscar y ganar la secretaria general de la Sección 51 del SNTE y posteriormente convertirme en diputado local.
En su carrera sindical siempre estuvo del lado de la maestra Elba Esther Gordillo a quien le rinde lealtad hoy como parte de la estructura del movimiento denominado Redes Sociales Progresistas, que dijo, muy pronto podrá convertirse en partido político, pues ya se entregaron todos los requisitos al INE.